Las cosas que pasan en China
Hoy estaba volviendo de clase cuando se me acerca un chino y me empieza a hablar. Hemos tenido la siguiente conversación íntegramente en francés, sí, francés:
Chino: ¿Hablas francés?
Yo: Lo siento, no hablo francés.
Chino: ¿Qué idioma hablas?
Yo: Español.
Chino: Ah, ¡español! ¿Eres americana?
(Me río)
Chino: ¿Por qué te ríes?
Yo: Porque te he dicho que no hablo francés y aquí estás hablándome en francés.
Chino: Pero sí que hablas francés, lo estás hablando ahora mismo.
Yo: Cierto.
(Vuelvo a reírme)
Chino: ¿Entonces eres americana?
Yo: No, soy española. Hablo español.
Chino: Es que en América hay mucha gente que habla español. Yo hablo inglés y francés.
(Sigo riéndome)
Chino: Me alegro mucho de haberte conocido. Adiós.
Yo: Adiós.
Chino: Eres muy guapa. Adiós.
Yo: Gracias. Adiós.
(Descojone absoluto)
Son estas situaciones las que me alegran el día y me recuerdan por qué, a pesar de lo que echo de menos los salmorejos de mi madre, me lo paso tan bien en China y quiero volver el semestre que viene.
Todo sea dicho de paso, el chaval hablaba francés bastante bien. Supongo que irá de blanco en blanco preguntándoles si hablan francés hasta que dé con un gabacho.