Cuidadito con ensuciarme las alfombrillas

Publicado en por Xī wàng

El otro día fui a la casa de lo que podríamos llamar un "pijo de Liulin". Nada más ver que en la entrada tenía preparadas un montón de zapatillas para que los invitados se descalzaran, pensé: "Este tío es de dineros y por fin voy a ver una casa de verdad". Efectivamente, el salón era el salón y no el cuarto de los niños o los suegros. Tenía habitaciones separadas, una cocina en condiciones y el suelo impecable. El baño dentro de la cocina no me terminó de convencer mucho, pero nada es perfecto.

¿Por qué pensé que tenía una buena casa cuando vi las zapatillas? Sencillo. Algo que me ha sorprendido mucho es que la gente de a pie trata el suelo de su casa como una acera más de la calle. Les he visto hacer de todo con el suelo de sus casas: tirar comida y no limpiarla pasado algunas horas (o días), escupir, tirar cigarrillos... Lo cierto es que el suelo horrible que tienen (y tengo) de cemento puro y duro no invita a otra cosa.

Pero, oiga, que a nadie se le ocurra ensuciarles el suelo del coche. Tal es su obsesión por mantenerlo impecable, que todo el mundo (y cuando digo todo el mundo es todo el mundo) coloca periódicos y otros papeles encima de las alfombrillas. Da igual que el coche tenga diez años, las alfombrillas tienen que estar limpias. Perdonen que les diga, pero yo prefiero que las alfombrillas se ensucien y limpiarlas de vez en cuando antes que tener esos papelotes horribles dentro de mi coche.

Por alguna razón, los chinos están tan obsesionados por mantener ciertas cosas siempre nuevas, que al final no las disfrutan. Hace unos días, trajeron dos camiones llenos de bicicletas para regalárselas a los profesores (a todos menos a mí, la marginada extranjera). Como es de esperar, las bicicletas venían embaladas y cubiertas con plásticos. Pues bien, nadie, absolutamente nadie, le ha quitado el plástico al cuadro de la bicicleta. Algún día las bicicletas terminarán rompiéndose y aún seguirán teniendo el plástico horrible. La pintura estará como nueva, sí, ¿pero para qué? Nadie la habrá visto para cuando la bicicleta acabe en el contenedor. Además, estoy viendo que algún día se le soltará el plástico a algún crío, se le meterá en las ruedas y se partirá la boca. Absurdo.

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F
<br /> Confirmo que los chinos tienen los coches INMACULADOS, lo cual, contrasta, efectivamente, con lo guarro que tienen todo lo demás. Son (casi) más guarretes que los españoles, jaja, al menos en mi<br /> ciudad. ¡La de porquería que hay por doquier!<br /> <br /> <br />
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T
<br /> Oye, reclama una para tí. Diles que eres una fósfora (como diría el amigo Carlos Herrera) de la bici.<br /> Qué razón tienes con que es otra cultura!. Hay que ver la de cosas raras que hacen, verdad? Besos.<br /> <br /> <br />
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