Xī wàng en Běijīng (1)

Publicado en por Xī wàng

Hace ya dos semanas que volví a mi querida Xībānyá (西班牙), dos semanas en las que me he puesto pua de jamón, salmorejo, marisco, albóndigas, filetes, chícharos, pizzas y demás delicias imposibles de encontrar en China. Eso unido a que he llegado en plena época navideña y las consecuentes comidas con la familia y polvorones, mantecados y bombones ha hecho que Xī wàng esté más redondita de lo habitual.

Sigo con mis planes de volver a China después de las vacaciones, pero como aún no sé cuándo será eso, os entretengo mientras tanto con las excursiones que hice en Pekín justo antes de venirme. Llegué a la capital china un sábado por la noche, así que fui directa a la cama. El segundo día lo pasé en Tiānjīn (天津) con un empresario de Taiwán que quería contratarme (no me convenció mucho lo que me ofrecía, así que descarté esa opción) y ya hablaré de la ciudad en otro momento.

La primera excursión fuerte fue en mi tercer día en Pekín. Empecé la mañana cargándome las pilas con un bāozi (包子), sopa y un hojaldre relleno de carne de burro que tenía esta pinta más o menos:

donkey.jpg

[Fuente: chinablog.se]

Luego volví al albergue para reunirme con un guía que había contratado el día anterior y el resto del grupo, que resultó ser muy apañado: un madrileño, una pareja británica que iban a pasar un año recorriendo el mundo (envidia infinita), un neozelandés (¡vaya tela con el acento del kiwi!), su esposa coreana y una amiga peruana del matrimonio.

La primera parada fue en una fábrica de jade. Nos llevaron más por intentar endiñarnos alguna joyita más que porque fuera curiosa. Como todos los presentes éramos de la hermandad del puño cerrado, salimos al rato sin ningún souvenir. Luego nos dirigimos a una de las 13 tumbas de la dinastía Ming (Míngcháo shí sān líng, 明朝十三陵).

CIMG5394.jpg

La tumba se divide en dos zonas, la de los vivos y la de los muertos, que están separadas por una puerta. Para pasar a la zona de los muertos, los hombres deben entrar con la pierna izquierda y las mujeres, con la derecha. Parece ser que los hombres tienen asociados los números impares y el lado izquierdo, mientras que las mujeres tienen asociados los pares y el lado derecho.

CIMG5383.jpg

Una vez dentro de la zona de los muertos, vemos un edificio en el que se encuentra una gran mesa con alimentos (hoy en día son de plástico) y cuatro sillas. Aunque el emperador sólo podía tener dos esposas (y todas las concubinas que quisiera, claro), el que enterraron aquí se casó con tres, de ahí que haya una silla para él y para cada una de sus mujeres. Detrás de la mesa hay unas camas que representan que el emperador y las emperatrices no están muertos, sino "durmiendo".

CIMG5382.jpg

Esta foto está echada desde dentro de la zona de los muertos. Cruzar la puerta para volver es más complicado, ya que es mucho más fácil morir que resucitar. Los hombres tienen que colocarse en el cuadrado delante de la puerta central y, sin moverse, levantar la pierna izquierda, la derecha y la izquierda otra vez; a continuación dan un paso con la izquierda, otro con la derecha y un último paso con la izquierda que es con el que salen. Las mujeres tienen que hacer exactamente lo mismo pero empezando con la derecha. Una vez al otro lado, hay que gritar "¡He vuelto!".

Después de esta visita nos fuimos a la Gran Muralla (Cháng chéng, 长城), en concreto al fragmento de Mùtiányù (慕田峪). Aunque ese trozo de la muralla está más lejos de Pekín que el de Bādálǐng (八达岭), me recomendaron que no fuera a este último porque suele estar atestado de turistas y vendedores ambulantes. Donde fui había turistas (cosa que me sorprendió con el frío que hacía), pero no eran más que un puñado y pude echar fotos bastante buenas:

CIMG5416.jpg

CIMG5401.jpg

CIMG5421.jpg

Tras dos horas subiendo y bajando escaleras (enseguida me sobraron los guantes y el abrigo, y eso que estaríamos a bajo cero seguro), bajé como había subido: en telesilla. Las vistas eran impresionantes, sí, pero no negaré que pasé algo de miedito.

CIMG5423.jpg

Para cuando llegamos abajo, todos estábamos muertos de hambre, así que el guía nos llevó a un restaurante, nos pidió unos cuantos platos para compartir y allí nos dejó. La comida estaba incluida en la excursión, pero me clavaron 15 yuanes por una cerveza Tsingdao. El personal era nuevo en eso de China y casi me entró la risa cuando los vi sirviéndose la comida con la mini cuchara de la sopa. Yo, que llevo el tapeo en la sangre y que además ya estaba acostumbrada a picotear de aquí y allá con los palillos, fui comiendo directamente de los platos. Creo que a más de uno no le hizo gracia, pero ya pueden dar gracias de que me contuve y no me tiré ningún eructo cual china mandarina.

A continuación fuimos a una fábrica de seda y una degustación de té (también para sacarnos dinero). Lo mejor de todo fue el masaje de pies que nos dieron en la villa olímpica. Nos metieron a todos en una sala y nos pusieron los pies en agua caliente, qué digo yo caliente, ¡hirviendo! Un señor calvete nos comió el coco diciéndonos lo magnífica que es la medicina tradicional china, que cura hasta la caída de pelo (claro, por eso mismo tenía él más entradas que una plaza de toros). Al rato entró un ejército de masajistas y se pusieron "pies" al asunto. Inmediatamente después entró otro ejército que presentaron como "prestigiosos médicos". Mucho médico pero poco se distinguen de las gitanas con el romero en la puerta de la Mezquita, ya que te cogían la mano y te la "leían": uy, pues tú (que eres mujer), seguro que tienes dolores de menstruación; tú (que me has dicho que juegas al fútbol), tienes que tener dolores de rodilla; bla bla. Unos indios que habían al principio de la sala picaron el anzuelo y se gastaron al menos 100 € cada uno en "medicinas". Una comedura de tarro, sí, pero qué a gustito me quedé yo con el masaje.

Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase:
Comentar este post
A
<br /> Ja ja ja...yo hice practicamente las mismas visitas, excepto la de la muralla china, que la subi en una especie de montaña rusa , tirada por una "cabeza de MIcky Mouse" y no veas como olian los<br /> frenos... Y no fui capaz de enterarme de con que pie habia que entrar y salir de las tumbas dela Dinastia Ming. No visitaste la ciudad prohibida? La lastima es que cuando yo fui, en 2006 había<br /> obras por todas partes y muchas cosas no se podian visitar.<br /> <br /> <br />
Responder
X
<br /> <br /> Supongo que en cada trozo de la muralla se puede subir de una manera diferente. Donde yo estuve, te daban la opción de bajar en una especie de tobogán como los de los parques acuáticos. Deseché<br /> la idea porque hacía mucho frío, pero ahora me arrepiento.<br /> <br /> <br /> Sí que estuve en la Ciudad Prohibida, pero eso lo hice al día siguiente. Ya contaré lo que hice en el segundo día cuando tenga un hueco. Tuve suerte porque no había obras, pero tampoco pude ver<br /> muchas cosas porque fue más bien una visita exprés.<br /> <br /> <br /> <br />